Allá por 2012 fue cuando conocí la saga Ace Attorney. Sé que ahora mismo estáis gritando OBJECTION en vuestra cabeza, pero este no es el tema del día. ¡Ja! Solo era algo para entrar en tema. A raíz de jugarlos (ahora mismo me estoy peleando con los de 3DS que se me están haciendo un poco cuesta arriba, la verdad), fue que empecé a pillarle el gustito a los juicios, al mundo abogado/fiscal. Soy de las que se ha criado viendo Ranger Walker, Rex Un Policía Diferente, MacGyver y series por el estilo (¡gracias, papi!), pero fue nuestro querido Phoenix quien me encendió la bombillita.
Suelo explorar Netflix y Prime Video en busca de series nuevas que ver. Actualmente estoy viendo varias, pero como me canso de ver siempre lo mismo, hago maratón de una serie y cuando me canso, me apunto dónde me he quedado y me pongo con otra para continuarla más adelante. Aunque algunas veces dejo de verlas porque me las quitan de la biblioteca… ¡Quiero continuar viendo Monk!
Hace poco empecé a ver una serie llamada Suits. Siendo sincera, pensaba que era una serie nueva y que por eso nunca la había oído mencionar. Miré el capítulo piloto y me ENCANTÓ. Tiene la mecánica de montaña rusa de «ahora está todo bien, ahora pasa esto, parecía que todo iba bien pero aparece X persona». Lo típico. Sin embargo, tiene algunas escenas que no te las ves venir. Algunas son un poco metidas con calzador, pero cuadran. Hay desde momentos tensos hasta momentos de lo más emotivos. Tres veces he llorado ya en tres temporadas que llevo. ¡Imaginad si llegan a ser personas de verdad de mi círculo y no unos personajes ficticios! Es que Donna es muy bonica.
Me alegré un montón cuando vi que era una serie antigua de 9 temporadas que comenzó en 2011. Fue un buen verano. Aún tengo mucha serie por delante, pero solo por lo que llevo visto, os la recomiendo de verdad. Con solo el primer capítulo ya la empecé a recomendar, de hecho. Podéis encontrar en Netflix la serie completa.
Mike Ross es un genio capaz de recordar todo lo que ve. Tendría un futuro prometedor si no fuera porque la vida no le ha tratado bien. Debido a la necesidad de dinero para poder seguir cuidando de su abuela, se ve metido en un buen lío del que debe huir de la policía. Así es como conoce a Harvey Specter, un abogado muy conocido en Nueva York que acaba de encontrar a su futuro asociado (sin titulación).
