Lo bueno de tener página propia es que puedo escribir de lo que quiera. Por eso, a pesar de que hoy toca hablar de jueguito, no es retro. *Gasp*. Aunque sorprenda, juego más cosas a parte de retro y simulación. De vez en cuando, me gusta buscar juegos nuevos (al menos, nuevos para mí) en Google Play, tanto gratis como de pago. Ya que tengo acceso a Google Rewards, aprovecho a comprarme jueguines sin gastarme dinero de mi propio bolsillo. Que pague Google. Ja, ja.

Hoy el juego es de pago, pero cuesta menos de un euro. También lo tenéis en Steam y para Nintendo Switch pero, en mi opinión, se juega mejor en smartphone (y más barato). Sally’s Law ha ganado premios en 2016 y no es para menos. En un principio, solo le di una oportunidad por las buenas reseñas y por el diseño de los personajes. Por suerte, me llevé una grata sorpresa. Hacía tiempo que esto no me pasaba. No tiene controles y manejo superelaborados pero, si no fuera así, no podrías enterarte de la historia. Así y todo, morí dos veces por estar leyendo…

Manejamos a dos personajes: un padre y una hija. Suena a chiste o acertijo, pero no lo es. Primero nos movemos como la niña, que nos cuenta SU historia mientras tanto. Se mueve sola, solo debemos preocuparnos de saltar en los momentos oportunos. Al llegar al final del mapa, lo repetimos pero, esta vez, es el padre quien cuenta SU historia. Él, por el contrario, no puede saltar, pero sí podemos moverlo y rebotar verticalmente al chocar con la niña. Como si de pelotas de fútbol del chino se tratara (por no decir una burrada; ya sabéis demasiado en qué he pensado, pillines).

Es bonito ver cómo dos historias que hablan de los mismo son tan diferentes y se complementan tan bien. Y el desarrollo de los personajes y el mapa es chapó.

Esta historia me toca un poco en lo personal y creo que por eso la disfruté tanto. Me siento muy identificada con Sally, aunque la parte que a ella no le gusta, en mi caso, no era mi padre quien actuaba así, sino mi padrino. Pero tanto monta, monta tanto. Al final la conclusión es la misma.

No obstante, algo que tiene Sally y yo no tengo es un álbum de fotos. Tengo alguna foto de pequeña y un par recientes con mi padre, pero no tengo una continuidad. Y por ello me ilusionaba aun más completar los recortes de álbum. En la primera ronda no lo completaréis porque no es previsible dónde estarán. Al final aprenderéis a saltar a cada rincón y cuáles obstáculos sortear y cuáles no. ¡La primera vuelta debe ser para disfrutar la historia! Unas veces los recortes los tendrá Sally y otras, su padre. Abrid bien los ojos. Estas fotografías tienen dos utilidades: completar el juego y, si marcáis el tick de debajo de una de las fotos completadas, adquiriréis la ropa de esa foto. Hay un recorte por nivel y un traje a desbloquear por zona.

Y esto es todo el juego. ¿Ahora entendéis por qué se juega mejor en smartphone y por qué vale la pena gastarse solo un euro? Es un juego corto, pero tiene su punto de dificultad con el álbum. Lo disfrutaréis, aunque fácilmente os lo ventiláis en una tarde, álbum incluido. Si lo jugáis, ya me decís si habéis soltado alguna lagrimita con el final, por alegría o por tristeza.

Sally ha recibido una llamada avisando de que su padre está muy mal de salud y que debe acudir cuanto antes a su antigua casa. Este es un viaje a través de su vida en que muestran cómo llegaron padre e hija a su situación actual hasta su desenlace. ¿Cómo creéis que acaba la historia? ¿Bien o mal? Se aceptan comentarios subjetivos.

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Laura. La Bichateca

Redactora en reliveandplay.com y bichateca.es // Soy fan de la fantasía y la ciencia ficción. También me pierde una buena historia con suspense y/o vísceras. Veterana de las aventuras gráficas y las plataformas, pero una cagá para los juegos de terror.

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