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Hoy me apetece ponerme un poco nostálgica. Los de mi generación y de la anterior (cuando se publicó esta biblioteca yo todavía no había nacido) nos hemos criado con todo tipo de contenido de Disney. Supongo que el equivalente actual es La Patrulla Canina y todas estas series que se televisan y se ven por todas partes.

De pequeña prácticamente todo lo que tuve fue heredado de mis hermanos y de mis primas: ropa, juguetes, libros, muebles tamaño niño… Lo típico de entonces. Este libro en concreto fue heredado también. Era el único que teníamos en casa de toda la colección. Yo con ese era superfeliz y no necesitaba más y mis hermanos se centraron en las colecciones de Mortadelo y Filemón, Astérix y Obélix y Zipi y Zape.

La foto de arriba no está extraída de internet. La hice mientras escribía esto. Está hecho tabaco entre el pasar de los años y el uso prácticamente diario en su día. No sé la de veces que me lo habré leído y puesto en práctica. Dejando de lado el hecho de ser Disney y tener dibujos, lo que me importaba de verdad era su contenido educativo.

Te enseñaba a hacer sombras chinas, hacer sellos con hojas y setas, cómo hacer nidos para pájaros, cómo medir con la mano tu talla de calcetín, qué comen los animales y un sinfín más de cosas. También había relatos, por supuesto. No es todo pura teoría del saber.

Extraído de aquí

Además de la Biblioteca de los jóvenes castores, también existía el Manual de los jóvenes castores. Esto ya no lo llegué a conocer, pero tiene un tinte similar. Es una pena que todo esto se esté perdiendo, que estas «artimañas» para seguir explorando el mundo en el día a día se estén perdiendo. Ojalá alguien consiga preservarlos en formato digital como hicieron, por ejemplo, con los cómics de Don Miki.

Desde luego, también deben aprender los niños idiomas, operar con números y ese tipo de información útil, pero no olvidemos que a los niños también les gusta explorar y poner a prueba su imaginación. Estas colecciones eran perfectas para ello. Dudo que los pocos libros que se publican para niños con este propósito tengan el mismo valor y, si me equivoco, por favor, demostrádmelo y seré la más feliz.

No perdamos el saber de nuestros abuelos. Es el que nos podrá salvar en un futuro en un momento de necesidad. Ellos son los que realmente saben vivir sin nada y tener de todo. No son nada al lado de McGyver.

Laura. La Bichateca

Redactora y creadora de la bichateca.es // Soy fan de la fantasía y la ciencia ficción. También me pierde una buena historia con suspense y/o vísceras. Veterana de las aventuras gráficas y las plataformas, pero una cagá para los juegos de terror.

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1 comentario

  1. […] se promovía mucho más la lectura, las series y películas también eran más educativas. Y no me refiero a educar para saber sumar, […]

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