Seguro que son pocas las películas que ves una y otra vez hasta aprendértelas como si de los Simpsons se tratase. Las podrás contar con los dedos de las manos. Hay clásicos que da gusto revisitar de vez en cuando y que envejecen bien. Una de esas películas de las que hablo es Taxi 2.

En verdad, me reveo toda la saga, pero la que más veces pongo en la televisión y mejor recuerdo tengo es esta secuela. El humor está a la altura de Ace Ventura pero, en lugar de tener un coche con los cristales reventados, tenemos un taxi. Pero no es una vaca cualquiera, digo, un taxi cualquiera. Esconde el gordo de la lotería bajo su carrocería.

Emilian y Daniel se conocieron en condiciones desfavorables (para Daniel) y entablaron amistad sin buscarlo. En Taxi 2 deben volver a unir fuerzas y vérselas con los japoneses.

Las palabras clave de esta película son:

¡Ninja! - taca taca ٩(๑･ิᴗ･ิ)۶٩(･ิᴗ･ิ๑)۶

Aprenderemos con el capitán a saludar en japonés, volaremos por los aires, las motos vienen más fuertes que nunca y el taxi de Fórmula 1 también. Pota incluida 😀

La primera vez que vi esta película fue una noche de agosto con el que ahora es mi marido y unos amigos. En esa época casi no teníamos dinero (con 10€ pasábamos el fin de semana entero) y nos montábamos la fiesta padre en casa con lo que teníamos. Nos lo pasábamos como niños, la verdad.

Pocas veces he reído tanto como ese día. Por supuesto, al terminarla pusimos Ace Ventura 2 para ver el viejo del Monopoly, a Spike en sus mejores y peores momentos y la fiesta parda de los monjes.

Son películas que hoy en día ya prácticamente no se encuentran. Ese humor puro, absurdo, infantil, fanfarrón… Por cierto, Daniel no es Adam Sandler. Es su gemelo francés. 😉

Si alguna vez tenéis un mal día, no dudéis en llamar a…

¡Emiliaaaaaaan!