A ver si adivináis cómo se me ha ocurrido escribir esto. ¡Efectivamente! Sufro un bloqueo. 。゚(゚ノД`゚)゚。 Últimamente estoy pasando por mucho estrés y no hace más que crecer. Justo cuando veía la luz y tenía vía libre para hacer todo lo que quería, se me volvió a complicar el tema. Sigo leyendo, sigo escribiendo. Pero me cuesta… Este mes también habrá pocos libros en el Wrap Up porque estoy leyendo lento y poco. No leo todos los días como a principio de año ni leo a cada rato libre que tengo PORQUE NO ME APETECE. Tampoco quiero aborrecerlo, por lo que no me fuerzo.
Estos días he estado probando unas cosillas por si me funcionaban y os las quería comentar. Concretamente, soy consciente del bloqueo desde el martes 16 de julio. Era coger un libro y no entender absolutamente nada. Era incapaz de concentrarme. Me sentía como cuando leía La Celestina en Bachiller con 17 años. ᕕ( ᐛ )ᕗ
Sabía que algo tenía que hacer porque me encanta leer y no quiero perder el hábito. Cuando dejas un hábito por mucho tiempo, luego es más difícil volver. Por eso, probé los siguientes puntos.
Hacer algo relajante
Primero que nada, necesitaba despejar la mente. Resetearla y relajar la velocidad de los pensamientos. Cuando era adolescente, solía salir a caminar, no por tema de salud física, sino por salud mental. Ya sabéis que a esas edades hacemos una montaña de un grano de arena. También tuve mi época emo como todos los milenials. xD
Mi escapada ideal era irme por las carreteras secundarias por las que apenas circulaban coches, había mucha vegetación y solo se escuchaba la brisa del viento y los pájaros piando. Solía buscar flores cual princesa Disney. Ja, ja. A veces, incluso aprovechaba y me llevaba los auriculares y caminaba al ritmo de la música. Ese ejercicio me ayudaba mucho a concentrarme solo en eso y olvidar todo lo malo de la vida. Esto también lo hago a veces por la orilla del mar. Al mismo tiempo, te exfolias los pies.
Ademas de salir de casa a hacer un poco de ejercicio (que también va muy bien para cuando estás enfadado, por cierto), podemos buscar otras actividades. Depende de lo que relaje a cada uno. Todos somos diferentes. Dedica un ratito de tu tiempo a realizar un hobby que te relaje o simplemente sal a la calle a que te de la brisa en la cara y te aplique el Hakuna Matata.
Pequeñas metas
Algo que frustra mucho, al igual que cuando estudiamos, es cuando nos ponemos metas complicadas y, al ver que no las logramos, nos sentimos fracasados. En este punto es muy importante establecer metas pequeñas.
En mi caso, primero que nada me digo: “Ten en cuenta que no estás bien. Estás recuperándote y no estas en tu mejor momento. Con que leas una página y la entiendas y disfrutes, ya es todo un logro. Por supuesto, en cuanto veas que pierdes interés, no te fuerces. Deja el libro y ponte a otra cosa”.
Tras esto, tengo en cuenta que mi meta diaria son 50 páginas. Si llego a cumplirla, me premio con algo. Un heladito o ver una película, por ejemplo. Algo que me haga estar contenta y darme cuenta que estoy mejorando y me motive a seguir por ese camino. Que no llego, no pasa nada. Mañana será otro día. Busco otra actividad que me haga sentir productiva, como ahora que he leído 19 páginas, he empezado a desconcentrarme y me he puesto a escribir. 🙂
Lo importante es reconocer los pequeños logros.
Lectura con dibujos
Otra forma de seguir leyendo, pero sin sentir que estás leyendo, es leer cómics, tebeos o manga. De este modo, es como leer memes en internet. Sentimos que estamos procrastinando, pero en verdad estamos leyendo. Así seguimos entrenado la mente para volver a su ritmo habitual.
Esta técnica, no sirve para todos. Tiene que gustarte este tipo de lectura. No obstante, otra forma de aplicar este método es leer tiras cómicas del periódico o de internet. Es un modo sencillo de sentirte algo intelectual mientras te ríes y te cuestionas la vida, por partes iguales.
Busca el género que te apetezca leer ahora
Algo que yo noté durante los primeros días es que el género que estaba leyendo también afectaba a mi rendimiento lector. Del mismo modo, también afecta el vocabulario y registro empleados por el autor y el tamaño del libro y de la letra.
Por algún motivo, no podía concentrarme mientras leía fantasía, thriller o terror. Estos son mis géneros principales, de hecho. Por eso, últimamente he estado leyendo Helado de cemento. Es ciencia ficción, pero principalmente es comedia. Tiene muchas situaciones absurdas que me hacen reír. Es como leer un libro sobre las películas de los hermanos Marx, donde una situación cotidiana se va de las manos y se vuelve todo extremadamente absurdo.
Se podría decir que la risa es la medicina que necesito.
Por eso mismo, os aconsejo, en caso de encontraros en esta situación, que no os cerréis a leer directamente. Cuando os sintáis preparados y hayáis despejado un poco la mente con el primer punto, probad a leer varios géneros para saber con qué se siente cómoda vuestra mente. Esto os permitirá hacer pequeños avances a un ritmo más rápido.
No forzar
Tal como dije con las pequeñas metas, no hay que forzarse a leer. Uno debe hacer lo que el cuerpo le pida. Nadie nos conoce mejor que nosotros mismos y eso debemos utilizarlo a nuestro favor, no en nuestra contra. Otra recomendación que os puedo dar es que si veis que las pequeñas metas que os hayáis establecido no os funcionan, cambiadlas. Probad algo diferente. Experimentad para encontrar lo que mejor os funcione a vosotros.
Escuchar audiolibros
Al igual que los libros con dibujos os pueden venir muy bien, ya que se siente que se lee mucho más rápido, también podéis escuchar audiolibros. Es como si os leyeran un cuento. No debéis esforzaros por leer. Simplemente escuchar lo que os cuentan. Como si vierais un video por YouTube o escucharais algo por Spotify. Como si otro hiciera el trabajo por vosotros, vaya.
Ver videos de booktubers
Parece mentira, pero ver a alguien hablar con entusiasmo te contagia sus ganas. Del mismo modo, ver una serie basada en un libro (y que te guste) resulta en querer leer el libro en que se basa por compararlos. Por eso me leí hace poco el primer libro de la Agencia Lockwood.
Crear juegos con libros
Relacionado con el punto anterior, también me ayuda ver videos donde, mediante juegos, la gente decide qué TBR va a tener para el próximo mes. La TBR, para quien no conozca el término, es la lista de libros que vas a leer (lit. ‘To Be Read’).
Del mismo modo, leer en compañía de otra gente, también motiva al poder conocer su punto de vista y cotillear sobre lo que ocurre y/o ocurrirá durante el libro o saga. Es como la reunión de viejas en el portal de casa las noches de verano, pero adaptado a los nuevos tiempos y a los libros.
Volviendo al tema de los juegos, al haber participado en algún readathon (maratón de lecturas) que otro, tengo guardados algunos juegos para elegir lecturas (TBR). Por ejemplo, está el bookopoly, hay un TBR Pursuit (como si jugaras al Trivia Pursuit), hay juegos de mesa estilo Oca, juegos de dados, etc. Aunque no vayas a leer lo que te salga durante los juegos, el hecho de pensar en libros que podrías estar leyendo, también motiva. Y, en el peor de los casos, al menos te ha entretenido y ayudado a evadirte un rato, logrando un rato relajante, como hablamos en el primero punto.
Al final todo está conectado
Seguro que habrá más formas de motivarse a uno mismo a salir de un bloqueo lector, pero esto es lo que me está funcionando a mí. Aun estoy en ello (21 de julio), pero poco a poco volveremos a la carga. Al menos, mientras tanto estoy aprovechando para hacer otras cosas a las que también hay que dedicarle tiempo: limpiar casa, estudiar, pasar tiempo en familia, disfrutar de los pocos ratos buenos del verano (en que no mueres derretido), dar una vuelta y dedicarte tiempo a ti mismo, etc.
Cada persona es diferente y tiene sus necesidades. Lo que tengo claro es que nunca debemos forzarnos y que todo tiene su momento. Hacía años que no pasaba por un bloqueo lector, pero algún día debía llegar de nuevo. Es algo natural. La vida se basa en momentos y cuando no se complementan bien, pasan estas cosas. Simplemente, debemos abrazarlos, aceptarlos y buscar una vía de salida de provecho que nos motive a seguir haciendo lo que tanto nos gusta.
Hola, muchas gracias por los consejos que siempre vienen bien ante un bloqueo lector. Mi favorita es la de «Pequeñas metas» además creo que sitios como Goodreads con su contador de lecturas por año empeoran el bloqueo, no tengo pruebas pero tampoco dudas.
Y doblemente gracias porque ahora sé lo que es una TBR jaja, de lectura sabía que trataba, pero pensé que era una sigla cuyo significado se me escapaba y resulta que era una abreviación en inglés.
Bien por la frase final a lo «Dirk Gently»
Saludos 🙂
Sobre el conteo de libros de Goodreads, sí es verdad que ver que no llegas o la presión de que vas bien por poco, te causa más presión todavía. Por eso este año me puse meta alta de 50 y leo bastante manga (al principio no lo ponía en Goodreads). Sino no llego. XD Y así también me siento mejor porque el año pasado no leí todo lo que me hubiese gustado. Así compenso.