¡Menudo año más cargadito que llevo! Me gustaría escribir mucho más, pero juro que no me da la vida para más. ｡ﾟ(TヮT)ﾟ｡ Incluso he llegado a ese punto en que automáticamente mi cerebro piensa en tiempos mejores, cuando iba al instituto, el día duraba 68 horas y podía hacer lo que quisiera siempre que estudiara un mínimo para ir aprobando todos los exámenes. En los trabajos también hacía lo mínimo porque me puntuaban igual si me esforzaba o sino, con que… (*￣▽￣)

¿A qué viene comentar esto? Buah, me siento muy inicios de la Bichateca cuando primero os contaba mi vida antes de entrar en materia. Pues bien. En esa época, me quedaba en casa de mi hermano mayor (entonces estaba casado) porque su entonces mujer tiene sobrinos de mi edad. Particularmente uno de ellos era el que tenía los mismos gustos que yo para los videojuegos.

¿No tenéis un juego que en la vida lo habéis terminado, pero aún así os encanta? Pues esto me pasa a mi con Prince of Persia: Las arenas del tiempo. Ese sobrino que tenía mis mismos gustos heredó una PS2 de un tío suyo junto a una caja enorme de juegos. Cuando me lo contó no se podía quitar la sonrisa y el brillito en los ojos de la cara. Os podéis imagnar. Je, je.

Se trata de un juego de un solo jugador. Aún así, jugábamos los dos. ¿Cómo? Bueno, la magia de trabajar en cooperativo. Él era muy bueno en el manejo del personaje. Era muy hábil para controlar los tiempos (nunca mejor dicho) y saber cómo ejecutar unas acciones concretas. Yo, en cambio, era buena pensando cómo descifrar el puzzle detrás de los escenarios para poder continuar. Si lo hacíamos al revés, tardábamos el triple en cambiar de mapa… Jugar con él de 22:00h a 04:00h un sábado noche era mi plan ideal para un sábado. ( ˙꒳​˙ )

A pesar de nuestras grandes destrezas, no éramos tan pros como suena, además de que solo jugábamos los sábados por la noche y no todos. Revisando guías, puedo ver que llegamos como a un cuarto del juego. Nos quedamos atascados en un puzzle que desconocíamos cómo resolverlo, desgraciadamente. Como teníamos más juegos a los que queríamos jugar, este lo dejamos de lado.

Años después, encontré una copia original de segunda mano en una tienda de videojuegos y me lo compré porque quería volver a intentarlo. Un amigo que tenía entonces (hace unos 10 años creo) le encanchiflaba (que le gustaba mucho, mucho, mucho) ese juego y lo tenía de pequeño, pero se quedaba también atascado, siempre en una batalla en concreto que se inicia al llegar a la sala del sultán si no recuerdo mal. Al ver que lo tenía, quiso jugarlo conmigo. Al ser más mayor, ya tenía más destreza manual, por lo que jugábamos los dos a mi partida, pero nos íbamos turnando el mando.

¿Cómo terminó la historia? Bueno, él consiguió resolver el escenario en que yo me quedaba atascada de pequeña y yo conseguí vencer en la batalla en que él se quedaba atascado. Entonces, me acabaría el juego. Pues no. Porque entonces llegó una PS3 a casa. Seguíamos jugando con la PS2, pero ya no tanto y al final quedó el juego abandonado.

Ayer me acordé de este juego. Por eso estoy escribiendo sobre él. Y, de verdad, tengo muchas ganas de darle otro intento. Lo regalaron hace tiempo en Origin y lo tengo en la tienda de Ubisoft, por lo que esta vez no tendría excusa porque está en el PC. Lo mismo que Okami y Final Fantas IX ahora mismo. Je, je. Estoy planteándome empezar una partida nueva. ¿Qué me aconsejáis? ¿Tenéis vosotros algún juego que os encante, pero hayáis dejado a medias? Contadme alguna experiencia vuestra en los comentarios. ☆ ～(‘▽^人)