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Estaba comiéndome un yogurt de esos con bífidus y cereales y me acordé de mi abuela. Ella es la que compraba esos yogures y cuando iba a su casa, le robaba alguno de vez en cuando. A raíz de ello, me aficioné a ellos.

Solía comérmelos al acabar de comer a mediodía y, seguido a esto, echaba una partida a las cartas con mi abuelo. Durante la merienda, jugábamos un par de horitas más. Ambos teníamos mal perder y mal ganar. Siempre acababa uno de los dos enfadado, pero al levantarnos de la mesa nos queríamos como nadie. (°◡°♡)

Os estaréis preguntando esto a qué viene. Pues bueno, nunca os he hablado de mis juegos de cartas favoritos, que son dos. Aunque no son videojuegos, se pueden llevar a un tablero virtual como el póquer, así que por esa regla de tres, puedo hablar de ello aquí.

Siempre os hablo de mis hermanos, que son los que me introdujeron en el mundo de la lectura y los videojuegos, pero también quiero hablaros de mi abuelo, que es quien me introdujo en el mundo de las cartas (no eran de Pokémon) y me demostró la importancia de la música en la vida cotidiana.

Eso último no os lo esperabáis, ¿verdad? Je, je. Sí, mi abuelo se sabía MUCHAS canciones. Solían hablar de chicas guapas o animalitos de corral, pero lo importante es el mensaje. Hablaban de valores básicos, pero que muchos olvidan. Como el amor por amigos y familiares, saber perdonar, etc. Eran melodías sencillas. Las cantaba sin necesidad de música siquiera, pero eran preciosas igual. Me apena que no recuerde la letra de mi canción favorita, que hablaba de un pollito dependiente que no tenía amigos. En esa época me sentía identificada con él… Que me guste estar sola no quiere decir que me guste sentirme sola. No es lo mismo. 😉

Juegos de cartas. Que me voy por los cerros de Úbeda. Mis juegos favoritos eran el Cau (también conocido como Ronda o Bac) y la Brisca. Son juegos sencillos, pero que te permiten echar la tarde, ya que cada partida es diferente.

Cau, Bac o Ronda

Os dejaré un video de ejemplo, pero básicamente consiste en hacer escaleras con las cartas que hay en la mesa y «matar» las del contrincante. Dicen que se puede jugar de 3 a 5 jugadores, pero nosotros solíamos jugar dos (en solitario) o cuatro (por equipos de dos) personas. Lo voy a decir de memoria y es posible que algunos detalles no los recuerde bien porque hace unos cuantos años que no juego. Nadie quiere jugar conmigo…

Tienes tres cartas en tu mano, tres más para tu contrincante y cuatro cartas sobre la mesa. No puede haber cartas repetidas en la mesa. Se cambian si salen repetidas. A esto se le llama haberse meado. Tal cual. XD En caso de que tengas dos cartas iguales, tienes ronda (sumas 1 punto). Si las tres son iguales, tienes rondí (sumas 2 puntos). Esto se dice en voz alta obligatoriamente, como cuando te queda una carta en el Uno.

En caso de haber empate (por ejemplo, partida de dos jugadores con ronda o partida de 3 jugadores donde dos tienen rondí), estos deben apostar cuántos puntos se lleva el que tenga la ronda o rondí con la carta más alta. Mínimo se apuesta dos puntos.

Si tienes una carta como las que hay en la mesa (o varias), debes elegir cuál quieres llevarte (si puedes). Si hay números seguidos (empezando por el As, que es el 1), te llevas también las que siguen. Siempre en orden ascendente. Tienes que pensar estratégicamente si dejas o te llevas cartas, ya que tu contrincante se puede llevar las cartas que te estabas preparando en la mesa.

Al final, quien tenga más cartas cuando se acabe la baraja, se lleva de puntos la diferencia de cartas que haya entre los jugadores. Hay que llegar a un total de 41 puntos. Si dejamos la mesa sin cartas, la dejamos limpia, por tanto, nos llevamos 1 punto también.

Si el otro jugador tira una carta que tú también tienes (y no estaba ya en la mesa), le haces cau o bac. Se la matas, vaya. Si el contrincante tiene otra igual y la tira en el mismo turno, hace recau o rebac. Y si tú tiras la cuarta carta igual que tiene la baraja, le matas haciendo un San Vicent. El bac suma 1 punto, el rebac suma 2 puntos y el San Vicent suma 3 puntos.

Siempre se juegan las cartas que tienes en la mano sin robar, importante. Cuando todos los jugadores se quedan sin cartas, se vuelve a repartir. En el caso de que ya no queden cartas que repartir y ha quedado alguna carta sobre la mesa, el último jugador que robara alguna carta de la mesa, se las lleva.

Se suelen contar los puntos con piedras, habas o garbanzos duros. Algo así como las fichas del póquer, pero más artesano. A mí me gustaba agruparlas de 5 en 5. Al llegar a 20, las retiras y apartas una para saber que ya llevas 20 y empiezas a recolectar 20 más. Nosotros jugábamos a 40 puntos o 20, según la prisa que tuviéramos porque las partidas son largas. Nunca llegábamos a 41. Era más fácil de recordar. Hay variantes, por supuesto. Pero nosotros éramos bastante básicos. Je, je. Os dejo un enlace y un video para más información. Os recomiendo usar el traductor o los subtítulos. (〃 ̄▽ ̄〃)_・)

Esta es la partida más cercana que he encontrado a mi modo de jugar. Con la diferencia de que a mí me da igual que vayan consecutivas las 4 cartas que se ponen en la mesa al inicio (que recuerde)

La Brisca

La brisca es mucho más sencilla y rápida. La cantidad de jugadores es de 2 a 4 y se reparten 3 cartas a cada jugador. También se pueden formas equipos.

Cuando acabamos de repartir las cartas, dejamos la próxima carta boca arriba en el centro de la mesa y el resto del mazo por descubrir sobre ella. Esta carta boca arriba representa el triunfo (col. trunfo). Si tiramos una carta del palo que se considera trunfo (la que está boca arriba), mata a cualquier carta, excepto a otra del mismo palo. Si se tiran dos trunfos, gana la de mayor puntuación.

Se juega con baraja española, pero se puede sacar la equivalencia con una baraja de póquer si es lo que tenéis a mano. (^ω~)

Las cartas del 2 al 7, excepto el 3, (las del 8 y 9 se quitan) no tienen valor, pero sí es importante su número en caso de necesitar desempatar para saber quién mata. Por orden ascendente, la sota (J) vale 2 puntos, el caballo (Q) vale 3 puntos, el rey (K) vale 4 puntos, el 3 vale 10 puntos y el As vale 11 puntos. Os recomiendo guardar los trunfos, especialmente el 3 y el As para el final de la partida.

Empieza a jugar el siguiente después del que ha barajado (como en cualquier juego, incluyendo el Cau). Puede tirar la carta que quiera, aunque sea trunfo. Esto no es el Corazones de Windows XP. Ja, ja. Lo que sí coincide con Corazones, es que si no se tira trunfo, la carta que manda sobre las demás es la primera que se tira. Si ha salido un 4 de espadas y tú tiras un caballo de bastos sin ser trunfo, el que ha tirado el 4 se lleva 3 puntos de tu caballo porque no has tirado el mismo palo ni un trunfo.

En este juego sí se roba tras tirar una carta. Siempre tendremos tres cartas en la mano. El orden de quién roba primero se decide en cada ronda, es decir, quien mata las cartas es quien roba primero y luego roban los demás en orden de jugada (sentido horario). Según la cantidad de jugadores, puede quedar una carta o dos al final de la partida en el mazo. Esas se descartan, no se las queda nadie.

Hay una norma, que según con quien juegues se sigue o no, que permite intercambiar la carta expuesta del mapa con un 2 o un 7 que sea trunfo en cualquier momento. Os explico.

Imaginad que tenéis el As de oros al descubierto en el mazo. Queréis quedaros con él y tenéis el 2 de oros. Debes esperarte a tener el 7 de oros (si no lo tiene otro ya) para poder quedarte con ese As. En cambio, si fuera un 5 de oros, por ejemplo, sí puedes llevártelo con un 2 de oros, ya que el 5 tiene menos valor que el 7. Se trata de dejar una de menos valor, pero solo se pueden intercambiar por esos dos números y siempre del mismo palo.

Una estrategia que podéis seguir en caso de no tener la carta para intercambiar o, directamente, no sigáis esta norma, preparad vuestras cartas para perder en la penúltima ronda. Si tienes suerte, puedes llevártela (si no sobran cartas al final). Esto por equipos es más fácil, ya que el equipo que pierda la penúltima mano seguro que se lleva esa última carta, ya sea uno u otro.

Tras finalizar la última ronda, toca contar puntos. Recordad que las cartas del 4 al 7 y los 2 no tienen valor. No suman puntos. Debéis sumar los puntos de las cartas que sí tienen valor. La persona (o equipo) que más puntos tenga, gana la partida.

La pinta que dice él es el «trunfo» que digo yo

Bonus

Y estos son mis dos juegos de cartas por excelencia; mis favoritos. También jugaba al Cubilete, pero eso ya no era con mi abuelo ni era de cartas. Je, je. Os dejo video de ese juego también, ya que estoy. Es muy similar al Yatzee, pero más simplificado en mi opinión.

¿Teníais vosotros algún juego favorito con vuestros abuelos? ¿Sois de jugar a juegos de mesa en las comidas familiares? A mí me gusta, pero no solemos hacerlo. Decidme vuestras anécdotas en los comentarios. 😉

Laura. La Bichateca

Redactora y creadora de la bichateca.es // Soy fan de la fantasía y la ciencia ficción. También me pierde una buena historia con suspense y/o vísceras. Veterana de las aventuras gráficas y las plataformas, pero una cagá para los juegos de terror.

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