¡Hoy vengo a ver arder Troya! ٩(ˊ〇ˋ*)و
¡Se acerca mi cumpleaños!
Estamos empezando los preparativos en casa para Nochevieja, mi cumpleaños. ♥ Siempre hacemos cenita en casa tranquilitos con amigos, compramos cotillón, hacemos barbacoa y buscamos una buena playlist para tener en la televisión de fondo amenizando la velada.
Este año hemos podido comprar (al fin) dos estanterías. Una es para las herramientas de mi marido. Es mecánico (y preparándose para ser profesor técnico). Las ruedas y parachoques de los arreglos que hace a sus coches en casa no caben dentro de la propia casa pero, ventajas de vivir en el campo, sí caben en el cobertizo. Las herramientas ocupan mucho espacio y fuera se pueden estropear. Por eso las tenía dentro de casa, pero me ocupaban media sala de estar sin exagerar. Esa estanteria nos ha ahorrado un montón de espacio. ¡Una maravilla!
La otra estanteria es para lo otro que tenemos que también nos ocupa mucho sitio: los libros. Hicimos una estantería-librería de acero galvanizado con baldas de policarbonato (esto último está en proceso de pedir e instalar, pero de diciembre no pasa). Con ella hemos aprovechado un espacio muerto en un pasillo de casa y hemos quitado muchas cajas de enmedio. Tenemos muchos libros. No demasiados. Nunca son demasiados. Ja, ja.
También tenemos un mueble que es donde guardamos todos los videojuegos, consolas y accesorios. Es un mueble precioso. ♥ Será lo único decente del Ikea en cuanto a calidad. (´▽`) Por cierto, pone que han bajado el precio, pero yo lo compré hace 3 años por 150€.
¿A qué viene toda esta explicación sobre mi vida? Haciendo limpieza y reorganizando mi casa me he dado cuenta de la de cosas que acumulamos. A pesar de ello, no me desharía de nada. Y esto me lleva a la pregunta: ¿Es bueno acumular tanto?
¿Por dónde empezar?
Para poder analizar este tema, debemos empezar por el principio. Yo no sé vosotros, pero cuando yo empecé fue porque quería tener una estantería como la de mis hermanos. El mediano la tenía de videojuegos y películas. El mayor la tenía de libros. Yo solo tenía una balda para todo hasta los 18 años que me independicé.
En una de las últimas visitas a la librería surgió el tema de «no es el mismo hobby comprar libros que leerlos» porque no todos los libros que compras te los lees. Algunos los compras porque ya los has leído. Yo a veces hago esto. A VECES. Cuando compro un libro que ya he leído es para poder releerlo cuando quiera. En esto se incluye ediciones especiales. No soy de las que les gusta mantener todo en perfecto estado. Me gusta que se refleje la historia en lo que tengo entre las manos. Sobre todo con lo caro que está todo ahora, solo falta que encima no te lo disfrutes.
Antes no existía el formato digital
Ahora es cuando, siguiendo el tema del párrafo anterior, hablamos de videojuegos. Hoy en día todo es digital. Videojuegos, libros, películas, series, programas informáticos, etc. Antes era todo en formato físico, especialmente en consolas. Hay gente que hasta conserva las cajas de cartón originales de Nintendo (y se pagan caras en plataformas de compraventa de segunda mano). Yo no tengo ni los manuales. Me los tiraron. T^T
Aquí podemos tener dos casos: una saga que la tienes completa (o casi) porque la quieres coleccionar (te miro a ti, Pokémon) o los juegos que mantienes en tu estanteria porque quieres poder jugarlos cuando quieras. A día de hoy sigo jugando a Los Sims 2, de PS2, a pesar de ser un juego capado y que en comparación con otras entregas de la franquicia o de simplemente otras ediciones o versiones es medio aburrido. ¿Y por qué?
Sigo una cuenta en Instagram de una chica que publica reels sobre Final Fantasy y Kingdom Hearts sobre todo. Recientemente, publicó un reel donde se mostraba nostálgica recordando aquella época en que echaba carreras contra Riku en Destiny Islands con tal de que la balsa tuviera el nombre que ella quería. Yo también hacía esto en Kingdom Hearts 1. A día de hoy sigo jugándolos y no me canso. Y esto es debido a un simple motivo: la nostalgia.
La nostalgia es la clave
Cuando somos adolescentes, etapa que sigo pensando que es la mejor de toda nuestra vida, no tenemos responsabilidades y obligaciones más allá de estudiar y mantener ordenada nuestra habitación. Yo era consciente de esto y saqué el jugo a ese periodo de mi vida todo lo que pude y, aún así, me supo a poco. De todas formas, tampoco volvería a esa época porque ahora estoy en otra que tampoco cambiaría por nada del mundo, a pesar del agobio financiero que supone la vida adulta… Supongo que en esto me entendeis todos. ( ˙▿˙ )
Cuando algo marca tu infancia y tu adolescencia es algo que queda grabado en tu memoria. Sueles recordarlo por un sonido, un sabor o un olor. A veces también por verlo, pero no tiene el mismo impacto. Esto no entiendo por qué es y me da curiosidad.
En mi caso, eso que ahora los jóvenes llaman imperio romano y en mi época era casa (referencia al parchís), para mí era y sigue siendo Kingdom Hearts. Me da igual que la franquicia actualmente tenga el fandom dividido, que se haya ido mucho de lo que en un principio apuntaba a ser, porque yo me quedo con el recuerdo inicial, los dos primeros juegos y parte de los juegos de consolas portátiles.
Lo mismo ocurre con los libros. Tengo un buenísimo recuerdo de Kika Superbruja y de las fábulas de Esopo, de los tebeos de Mortadelo y Filemón y de Astérix y Obélix. Y aunque si hoy lo releo, como estoy haciendo con Astérix e hice con las fábulas de Esopo, no tendrá el mismo impacto que tuvo en mi infancia, pero el recuerdo bonito sigue ahí. Tendemos a dulcificar los recuerdos lejanos.
En conclusión…
Si queréis, este tema lo profundizamos más en los comentarios pero, básicamente, lo que quiero decir es que coleccionamos por los recuerdos que estas colecciones suponen y el esfuerzo y lágrimas que representan. Si algo no te gusta, por supuesto que te deshaces de ello. Ya sea vendiéndolo o regalándolo. Pero lo que se queda es por un motivo de peso.
Hace unos años cuando compramos la Wii U me preguntaron «si vas a comprarte esa consola, ¿quiere decir que vas a vender todos los demás juegos y consolas?». Mi cara de estupefacción no tenía precio. Solo de imaginarlo sentía que estaba deshaciéndome de un pedacito de mi alma. Hasta me ofendí por la pregunta. Ja, ja, ja.
En resumen, igual que no se juzga a los que coleccionan monedas o sellos, no se debería juzgar a los que coleccionamos libros, videojuegos, películas/series, figuras, etc. Lo cual me recuerda que debo buscar un lugar donde guardar la colección de DVDs de Friends… („• ֊ •„)
No es acumular por acumular. Es recopilar nuestros recuerdos favoritos de la infancia y adolescencia. Coleccionar pedazos de felicidad. Aquello que nos mantenía felices en nuestros peores momentos.
lo de estanterías llenas puedo verlo en mi mismo, a veces me da la vena melancolica y me pregunto cuando un desconocido abra mis cajas que significaban muchas de las cosas que encontraría, todo lo que esta en papel se que terminara en un contenedor de basura. Ademas se junta mis múltiples mudanzas donde creeme que es un infierno porque siempre algo se pierde o termina destrozado. También tengo arranques y por ejemplo entregue mucho de las miniaturas de warhammer cuando nació Carmen . hace años juegos de play1, o una supernintendo con muchos juegos algunos en sus cajas originales (ilusion of time tenia una caja enorme para la epoca) porque se que las personas los apreciaba muy por encima del posible valor. Van quedando trazos de colecciones que solo yo entiendo su significado.