Me apetecía hablar del tiempo. No de si hace sol o está nublado, sino de la vida que transcurre. Entre la lectura de Momo y la semana de vacaciones con desconexión que he tenido mi cabeza está pensando mucho en ello.
¿Cómo es que de pequeños, a pesar de pasar horas mirando dibujos animados, teníamos tiempo para todo? Yo ni en vacaciones tengo tiempo de nada. Excepto esta vez. ¿El motivo? No tenía conexión a internet ni cobertura casi nunca, por tanto, buscaba otros entretenimientos que no fueran el móvil o la consola. Disfruté como una enana de bonitos paisajes y de buenas lecturas. Hay que ver lo que cunde el tiempo cuando no lo dejas escaparse entre tus dedos.
Con esto, me acordé de esa serie de Egipto que os mencioné al hablar de BRB. Creo que ya ha llegado el momento de hablar de Papyrus.
No sé si era su atmósfera oscura o que se ubicaba en Egipto —siempre me ha apasionado todo lo relacionado con los egipcios —. Lo que sé es que tenía tremendo vicio con esta serie. Durante los años que estuvo en emisión en Punt 2, lo veía todos los días. Buena cara de besugo se me quedó al enterarme que solo tiene 26 episodios. Entonces sabían alargar series cortas. Ja, ja.
Según Wikipedia, tiene 52 episodios repartidos en dos temporadas. Como es una serie poco conocida, es difícil de averiguar. Al menos los primeros 26 episodios, que son los que en todas partes pone que hay, se pueden encontrar en internet. Hay hasta un juego para Gameboy. Y, como me imaginaba, originalmente era un cómic —escrito por Lucien de Gieter —que, por supuesto, ahora me lo quiero leer. No es una idea original, sino una adaptación. Como casi todo lo que sale en televisión.
La serie me la quiero rever para saber si era tan buena como recordaba o si en verdad no era para tanto. Lo que más me gustaba es que hablaban de los dioses y que Papyrus, un simple pescador que parece un niño, es el protagonista y tenía una gran misión. Era como decir que cualquier persona puede tener su gran momento y eso me gustaba. Además, me recuerda un poco a la historia de El príncipe y el mendigo, pero sin el intercambio. Si os interesa, podéis ver la serie en YouTube:
Ahora es cuando aprovecho para desahogarme. ☆ ~(‘▽^人)
Recuerdo cuando el día se me hacía eterno, cuando en un día hacía mil cosas y, en cierta manera, vivía mil aventuras. La imaginación es lo que tiene. Recuerdo en mi adolescencia cuando caminando íbamos a todas partes con los amigos y en un día podíamos hacer muchas cosas.
Podías ir al colegio, ir a comer a casa de un amigo, estar en el parque, conocer a gente nueva, irte de morros contra el suelo y pelarte las rodillas rompiendo ese pantalón que tanto te gustaba, enemistarte con alguien, descubrir un campo lleno de mariposas, irte a la feria a subir a la montaña rusa y comer algodón de azucar, comprarte algo para cenar y ver una película en casa de un amigo y todavía son las 9 de la noche; aún quedan tres horazas para hacer más cosas y este ha sido un día tranquilo. Ahora vamos a todas partes en coche y solo me da tiempo a trabajar e ir a comprar. Punto. ¿Qué ha pasado con las horas?
En esta semana que he tenido de vacaciones me he dado cuenta de que el motivo de esta falta de horas es perderlas frente a una pantalla, del tipo que sea. Además de que procrastinamos mucho, es fácil entretenerse con una mosca por tener la cabeza en la luna y perder todavía más tiempo si cabe. Por esto, he decidido desde hoy pasar menos tiempo encerrada en casa y más tiempo en la calle. No hace falta ir lejos. Simplemente, disfrutar de la terraza escribiendo o leyendo, aprovechar para ir a pasear a la playa e ir a comprar menos veces al mes para aprovechar mejor el tiempo. A la noche ya tendré tiempo, tres horas concretamente, para descansar y hacer el vago después de cenar.
Esta semana de vacaciones se me hizo eterna. No llegaba nunca el atardecer y esto se debe a que vivíamos cada minuto de forma consciente. Son la ventajas de ir de vacaciones en mitad de un valle sin cobertura y sin una ciudad cerca donde la ebullición de la ciudad pueda perturbarte.
Y vosotros, ¿cómo lleváis vuestro verano? ¿Ha sido provechoso? ¿Os habéis enganchado a alguna serie? Yo he disfrutado mucho de todos los viernes y sábados que he salido con amigos, he sacado mi mejor cara para afrontar los baches y he descansado mucho, a pesar de apenas haberme sentado en el sofá. Solo de 16:00h a 18:00h, mi hora de la «siesta». No hay nada como un hobby para relajarse. Hablando de lo cual, estoy haciendo una manta de ganchillo para este invierno. Será enorme y calentita. Seré un burrito de canela feliz. (✿˘‿˘)
¡Hola! Ni siquiera puedo imaginar mi vida sin internet en la actualidad hago casi todo por este medio, tienes razón las redes sociales son los grandes ladrones de tiempo de hoy en día. Me alegra que este tiempo de “desconexión” te sirviera para descansar, creo que a todos nos vendría bien aunque no siempre tengamos la opción de hacerlo.
En cuanto a Papyrus, no conocía la serie pero en cuanto vi el diseño me pareció muy “cómic europeo”, voy a mirar algún capítulo a ver qué tal, gracias por la recomendación ¡Saludos!
Hola, Noctua! Va en la misma sintonía que Tintin la serie. Es el mismo tipo de dibujo 😀
Sí me vino muy bien la desconexión, la verdad. Y hoy voy en la misma línea porque estamos con tormenta, estuvimos 4 horas sin luz y me da miedo que vuelva a caer otro rayo igual, que en toda la mañana no ha parado, y se rompa algo. Así hoy es día de libro y cafecito 🥰
Si va en la misma sintonía que Tintin me va a gustar.
El destino te manda una señal, quiere que hagas más vida al aire libre XD Por lo menos la tormenta fue de día, de noche son un bajón. Los días de libro y café son mis favoritos, espero que lo pudieras disfrutar 🙂
Pues sí que lo disfruté 😀 me puse con pendientes para ir quitando titulos de Goodreads 🤭
[…] de esa época no tenía parangón, a mi parecer. Lo peor/mejor es que muchas de esas series eran educativas. („• ֊ […]