He sido fan de los point n’ click desde que tengo memoria. Desde que probé un minijuego con historia de Pinocho, un juego educativo que se llamaba «El desván de la abuela» y aún tengo y, cómo olvidarme, «La Pantera Rosa en Abracadabra Rosa».

Tienen la ventaja de solo necesitar una mano y me encanta tener que tomar apuntes, explorar a fondo y atar cabos como si de una investigación policial se tratara.

Deponia fue para mí un gran descubrimiento. Una buena mecánica de juego, unos personajes tronchantes y una historia épica. Daedalic para mí es representativo de calidad. Es como cuando te topas con Level 5 o HAL Laboratory, entre otros.

Rufus, a primera vista, puede parecer un parguela atontao que solo piensa en sí mismo y hasta cierto punto es cierto, pero veréis como según lo vais conociendo, le vais cogiendo cariño. A pesar de su falta de sentido de la peligrosidad…

Deponia es una trilogía con un final cerrado y una cuarta entrega con un final alternativo donde se muestra el ¿y si esto hubiera sucedido de otra forma?.

Aunque parezca lo contrario por el sentido kamikaze de Rufus, él es quien debe salvar a la humanidad de su destino fatal comandado por Cletus y, sin quererlo, promovido de vez en cuando por las meteduras de pata suyas. Él solo quiere vivir feliz con Goal, a quien acaba de conocer, y seguir al lado de sus amigos. Por desgracia, la vida no es perfecta y todavía menos si hay gente intentando terminar con ella.

Deponia os puede traer bastantes horas de diversión. Aunque suene a una historia seria y épica, está repleta de chistes malos, algo de humor inteligente, un señor que canta muy bien y se cachondea de todo (pero sin decir ninguna mentira) y ornitorrincos. ¡Muchos ortinorrincos! No entiendo la fijación que tienen con ese animal…

Además de necesitar saber dónde clickar, hay que saber (o adivinar) qué objetos combinar y cómo usarlos y tendréis un porrón de puzles y minijuegos que completar. Tienen un final único y no se puede morir, es decir, tener un GAME OVER. A pesar de ello, querréis más y al terminar la trilogía querréis pegar a alguien por ser el último juego. Entonces os acordaréis del cuarto juego, lo terminaréis y se os romperá el corazoncito por tener que despediros de todos esos personajes y lugares.

Si no lo habíais jugado aún y os gusta el género, ¡ya me estáis tardando! Y un consejito. Si os estancáis, no lo abandonéis. Recordad que existen las guías. Habrá al menos un par de veces que agradeceréis tenerlos a vuestro alcance.